jueves, 17 de diciembre de 2009

Cumbre climática de Copenhague

Sin indicios de un acuerdo, continúan las negociaciones en la cumbre climática.
Crecen las diferencias entre los países industrializados y los emergentes y se aleja la meta de firmar un documento conjunto
COPENHAGUE (EFE).- La presidencia de la cumbre del clima de Copenhague "continúa las consultas con los ministros de Ambiente para saber cómo se va a actuar", dijeron hoy a Efe fuentes de la conferencia.
La cumbre de la ONU sobre el cambio climático concluye mañana en Copenhague y, pese a la llegada de los primeros jefes de Estado y de Gobierno, las posibilidades de aproximación entre los países desarrollados y en desarrollo para forjar un acuerdo son escasas.
Según portavoces de organizaciones ambientalistas, hay varios textos de la presidencia danesa que tratan de acercar posiciones sobre la reducción de las emisiones de gases invernadero.
Pero la prensa danesa informaba hoy de que la presidencia, asumida ayer por el primer ministro danés, Lars Lökke Rasmussen, había renunciado a un acuerdo para esta cita.
En Berlín, la canciller alemana, Angela Merkel, en una declaración de gobierno ante el Parlamento alemán, dijo que no sabía "exactamente en qué momento se está ahora, pero las noticias que nos llegan de Copenhague no son buenas".
Merkel, que llegará a Copenhague por la tarde, instó a todos los participantes a alcanzar un acuerdo vinculante para limitar el aumento de la temperatura a 2 grados y afirmo que le reunión será un fracaso "si no logramos un acuerdo vinculante para evitarlo".
Uno de los principales escollos era la cuestión de la financiación a los países pobres por los daños causados por el calentamiento global.
La Unión Africana (UA) ha respaldado la propuesta de la Unión Europea de destinar 100.000 millones de euros anuales de ahora a 2020 para luchar contra el calentamiento global, lo que se pensó que podría ayudar a desbloquear los debates.
Pero las suspicacias de China sobre una verificación en el territorio nacional de las emisiones y sus exigencias de que los responsables de la contaminación paguen por ella han chocado frontalmente con la postura de EEUU, que se niega a pagar un centavo a Pekín por sus emisiones.
Ante la llegada del presidente norteamericano, Barack Obama, para reunirse con los demás líderes, en Copenhague se barajaba también un acuerdo de mínimos para evitar el fracaso de la cumbre.
El consenso podría pasar, según algunas fuentes, en limitar el aumento de la temperatura del Planeta a dos grados hasta 2050 frente al valor de la era preindustrial.
Estos parámetros exigirían una elevada reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) por parte de los países ricos hasta 2020, entre el 25 y el 40%.
A su vez, la UE se ha comprometido a rebajarlas hasta el 20% hasta 2020 y, si otras naciones también se muestran dispuestos a ello, incluso a aumentar los recortes hasta el 30%.

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